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Instituto Sonorense de Cultura
Ofrece Ojuson un concierto vibrante

Ofrece Ojuson un concierto vibrante

La Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora del Instituto Sonorense de Cultura brindó un concierto de gran calado en la Casa de la Cultura.

Hermosillo, Sonora; a 5 de septiembre de 2024.- En 1843 Adolphe Sax creó el primer prototipo del saxofón sin saber que ese instrumento vendría a revolucionar el núcleo de la música. Un instrumento de un magnetismo brutal, de una magia insólita, capaz de crear una gama de sonidos que nos hace cuestionar la propia realidad.  El saxofón, recoge el periodista musical Michael Segell en su ópera magna El cuerno del diablo,  es quizás uno de los instrumentos más polarizantes, más envidiados y más perseguidos. Podría ser porque es uno de los instrumentos capaces de alcanzar los rangos de la propia voz humana-y sobrepasarlos-, esa mímesis que pudo desencadenar en que se le colgara la etiqueta de ‘instrumento maldito’. Lo cierto es que sin el saxofón, la historia de la música estaría incompleta.

La noche del jueves, la Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora (OJUSON), bajo el mandato de su director Omar Nava, ofreció un concierto de una potencia musical inusitada, redondo, técnicamente desafiante pero que terminó por conquistar a un público que quedó cautivo, enredado en esas telarañas nocturnas que van tejiendo las notas. Obertura Rienzi de Wagner da inicio a la noche. Obra que ya mostraba el potencial creativo y absolutista de Richard Wagner, sus pulsiones, sus entramados sonoros, sus laberintos orquestales; siempre con esa pasión desbordada.

Siguió el turno de la saxofonista que interpretó Y pensar que pudimos de Diego Saji. Una pieza de una sutileza y melancolía única. El saxofón de Ximena Constantino, egresada del Conservatorio Nacional de Música de México, envuelve e hipnotiza, convierte el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura de Sonora en un campo onírico, en una escenografía que parece invitar a un mundo que sólo puede ser imaginado. Somos testigos de la versatilidad del saxofón: si en el inconsciente colectivo el saxofón va más ligado a los sonidos potentes, a la explosión sonora hecha por el sax alto de Parker o la beligerancia de Davis, en esta pieza nos recuerda que el saxofón es también un instrumento camaleónico, capaz de dar sonido a la sutileza.Ximena ofrece un performance vibrante y sentimental, que deja al auditorio en vilo.

El concierto termina con la Sinfonía No. 8 en si menor de Franz Schubert. Una obra icónica, rodeada de cientos de teorías. Mejor conocida como La inconclusa se ha convertido en uno de los misterios más mediáticos en el mundo de la música clásica: ¿por qué dejaría Schubert inconclusa su obra -sólo dos actos de los 4 que normalmente componen una sinfonía- ? Versiones alrededor de esta pieza hay muchas: el compositor falleció a los 31 años, muchos consideran que cuando estaba escribiéndola empezó a mostrar los síntomas de la enfermedad que desencadenaría en su muerte. Hace unos años, incluso, por medio de un algoritmo, se hizo un ejercicio donde se ‘completaba’ la Sinfonía No.8. Lo único cierto es que a 200 años de su creación, sigue siendo una pieza fundacional e icónica que sirve como termómetro  para saber la evolución musical de sus intérpretes. La presentación de los jóvenes de la OJUSON bajo el mandato de su director Omar Nava, muestran que el camino está lleno de música y luz.

El punto final de la noche lo pone el encore En el exilio de la compositora sonorense y miembro de la Orquesta Filarmónica de Sonora (OFS), Nubia Jaime. Un punto final exquisito para una noche inolvidable.