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Literatura del exilio

Literatura del exilio

La escritora Angélica Santa Olaya presentó su poemario Morfología de la sed en los Jueves de Literatura y Arte del Instituto Sonorense de Cultura (ISC).

“Somos la cresta de un taciturno racimo de huesos”

—Angélica Santa Olaya, Morfología de la sed

Hermosillo, Sonora, a 28 de septiembre de 2024. En 2011 la vida de la escritora Angélica Santa Olaya cambiaría drásticamente luego de que su esposo se quedara sin trabajo. El futuro, sin embargo, le dio una oportunidad extraña que desembocaría en la creación de su poemario Morfología de la sed.

 Angélica y su familia vivieron una especie de exilio en los Emiratos Árabes Unidos. Una tierra de clima inhóspito y de condiciones  extremas donde se enfrentaron con un fuerte choque cultural. Angélica entró en una especie de depresión, en una añoranza de su tierra, en un profundo desarraigo, en una nostalgia agonizante. Ahí empezó a escribir. 

Morfología de la sed bien puede ser inscrita en ese subgénero literario Exilliteratur, o literatura del exilio: letras que nacen de una sensación de abandono, de una orfandad, de una añoranza por su tierra. Angélica fue sorteando ese periplo en un desierto real, pero también espiritual.

“El libro nació en un desierto físico, pero también en un desierto del alma, en ese primer año vertí todos esos sentimientos: nostalgia, de desarraigo —cada célula mía esperaba volver a mi tierra—, esa sensación de lejanía de lo mío, de lo que era yo”.

Huyeron los cantos / y un amargo escozor / en los labios del día / anuncia la visita inesperada / de la sed. / Amaneció el espejo nublado

Morfología de la sed se constituye a través de 67 poemas breves, la mayoría, donde con cierta influencia de Villaurrutia va desentrañando ese dolor, esa ausencia de la tierra, esos pequeños rituales que nos hacen ser de donde somos. Al olor a comino de los Emiratos Árabes Unidos se le contrapone el recuerdo del olor de las costas del pacífico, al dogmatismo de la sharía se le antepone vívida memoria del exceso de ruido y el caos de la Ciudad de México.

“La sed es deseo. Porque no hay cosa más humana que el desear volver a casa”. Angélica Santa Olaya se ve convertida en una especie de Ulises homérico, pero en vez de navegar por el Adriático, ella lo hizo desde las palabras de sus poemas.

Te invitamos a asistir a los Jueves de Literatura y Arte en la Biblioteca Pública Central “Fortino León Almada”. Consulta la agenda de actividades en isc.sonora.edu.mx y en redes sociales @iscsonora